Proyecto 09 Piso en Artaza

Descripción: Raquel González nos abre las puertas de su casa en Artaza, Bilbao

La interiorista Raquel González ansiaba encontrar una casa con alma en alguna zona residencial tranquila, con luz natural, un pequeño espacio exterior, mucho espacio de almacenaje y donde no podía faltar una chimenea de leña. A pocos kilómetros de Bilbao, este piso de 125 metros cuadrados la sedujo inmediatamente y enseguida captó las posibilidades de convertir ese espacio en su hogar.

El gran reto fue transformar un piso de los años 70 diseñado para una familia numerosa, en una vivienda abierta, luminosa y acogedora para una sola persona. Para ello se rediseñó la distribución de los espacios para conseguir aprovechar al máximo la luz natural.

La vivienda pasó de tener cuatro habitaciones a tener solo dos, y se eliminaron varias paredes para crear espacios más fluidos y abiertos. Esta nueva configuración permitió ampliar el salón en 20 metros, instalar una cocina abierta y un salón comedor bañado de luz natural con una área de estar con chimenea de leña.

Claves: Una de las soluciones más ingeniosas de esta reforma es el tabique transparente diseñado a medida para separar la entrada a la vivienda desde la cocina del salón-comedor. “Gracias a él, conseguimos que la luz natural que inunda la zona de estar y el comedor llegara hasta la cocina, y generar una sensación de mayor amplitud”.

El salón refleja un estilo sencillo a través de colores neutros y naturales con mobiliario y acabados atemporales, sobre los que se ha añadido toques de color azul y negro con varias piezas y elementos decorativos. Los baquetones de escayola de las paredes del comedor son un elemento decorativo muy característico de la interiorista Raquel González.

La combinación de colores y texturas de la cocina -laca blanca, madera barnizada en negro y mármol Macael- crean una armonía visual en un estilo sencillo y sofisticado. El mueble desayunador, con puertas escamoteables, evita que los electrodomésticos queden expuestos al entrar a la vivienda y optimiza espacio.

En la suite principal destaca la combinación de la madera, el color blanco, las cornisas clásicas y el toque vintage de la cómoda antigua recuperada. El baño de la suite refleja un interiorismo impactante gracias a la aplicación del mármol Macael, el papel de pared y la grifería de estilo clásico. La terraza de la vivienda se decoró con muebles cómodos y funcionales, y se instaló un suelo de moqueta vinílica que le aporta calidez al mismo tiempo que resistencia.

El resultado: Una vivienda llena de armonía con una atmósfera calmada y con un interiorismo de estilo atemporal que refleja a la perfección el ADN que caracteriza los trabajos de la interiorista y que, tal como define ella misma, es “un estilo que, aun siendo contemporáneo, perdura en el tiempo. Un estilo que, aun siendo innovador, tiene en cuenta la funcionalidad”. En este proyecto se ha usado mucho el color blanco para reflejar la luz natural, bases neutras salpicadas con toques de color y un mobiliario cuidadosamente seleccionado, sencillo y funcional. En cuanto a los materiales, los mármoles y las maderas toman el protagonismo, acentuando el carácter natural y elegante de cada uno de los ambientes.

Fotógrafo: David Montero

Estilista: Cristina Rodríguez Goitia

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