Proyecto 13 Piso en Gregorio Revilla

Descripción: El estudio de interiorismo de Raquel González ha sido el responsable del proyecto de decoración de esta vivienda de 77m2, ubicada en el corazón de Bilbao, en una tercera planta.

Objetivo: Los principales objetivos de esta reforma han consistido en maximizar la entrada de luz natural en todos los espacios, crear un área destinada a office y lavandería, y contar con dos comedores: uno para uso diario y otro para ocasiones especiales.

Debido a la presencia de un amplio vestíbulo central que conecta todas las estancias, las entradas de luz y ventilación originales se encontraban únicamente en las habitaciones, mientras que el pasillo que unía toda la vivienda carecía de vida y estaba sumido en la oscuridad. Para abordar esta situación, la clave de la reforma ha sido la integración de los espacios, logrando espacios diáfanos que permiten aprovechar la luz natural y mejorar la ventilación, al tiempo que se diferencian visualmente sin cerrarlos por completo.

En cuanto a la decoración,  la casa contaba originalmente con un estilo clásico, con muebles y piezas de anticuario. Algunas de estas piezas tenían un gran valor sentimental para la propietaria y se han conservado, adaptándolas al nuevo diseño más moderno para lograr un ambiente actualizado, luminoso y de claridad espacial. Estos elementos clásicos se han incorporado de forma armoniosa, logrando una fusión de estilos que se conectan a la perfección.

Distribución: El acceso a la vivienda se realiza a través de un hall distribuidor central que conecta todos los espacios: un aseo, la cocina-comedor, el dormitorio principal, el salón, un baño completo y un segundo dormitorio.

Tras la reforma, el pasillo interno de la casa ha desaparecido, integrando el recibidor en el espacio del salón y casi en la cocina. Para delimitar los espacios ahora diáfanos, se ha utilizado un cambio de material en el suelo, empleando una moqueta que marca el uso del recibidor y madera para señalar el inicio de la zona de día de la vivienda, evitando así la necesidad de crear paredes divisorias.

Uno de los logros que se ha conseguido con la nueva distribución ha sido la creación de un nuevo espacio para un área office en la cocina, que no existía previamente.

Originalmente, el salón ocupaba todo el espacio que tras la reforma se ha destinado al salón-comedor. La posición del sofá se ha mantenido en el mismo lugar que antes, y se ha incorporado una biblioteca empotrada en la pared trasera, que es el primer elemento que llama la atención al entrar en la vivienda.

Claves:  El estilo general del apartamento combina elementos clásicos y modernos, destacando especialmente las piezas seleccionadas por la clienta y conservadas en el proyecto de interiorismo. Y la paleta de colores que predomina en la vivienda son el negro, el blanco y los tonos neutros, con toques de colores fuertes en algunos muebles y papeles pintados.

Resultado: Un piso práctico y luminoso en el centro de Bilbao

Fotógrafo: Amador Toril

Estilista: Cristina Rodríguez-Goitia

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